A lo largo de los años es habitual que suframos varias separaciones, sucesos trágicos o eventos que nos produzcan algún tipo de duelo emocional. En esos momentos debemos gestionar todo lo que nos está ocurriendo y por eso resulta imprescindible aprender a afrontar la pérdida y sanar el dolor para conseguir pasar página y continuar con nuestras vidas.
En el instante en que sufrimos una pérdida de cualquier tipo tenemos la tendencia de enfocarnos en ella. Minimizamos los aspectos positivos de todo aquello que hemos podido experimentar y colocamos los negativos en un sitio predominante que no nos permite avanzar.
¿Quieres saber cómo puedes afrontar la pérdida y sanar el dolor? Sigue leyendo porque hoy hablamos de todo ello.
¿Qué es la pérdida y qué significa para nosotros?
Cuando hablamos de pérdida solemos referirnos a la muerte de un ser querido y la etapa de duelo que le sigue a continuación, es decir, el período necesario de adaptación emocional después del evento traumático.
Sin embargo, ese no es el único tipo de pérdida que existe. Ocurren a menudo otros acontecimientos que también podemos catalogar como tal: una ruptura, un desencuentro con un amigo, la finalización de un trabajo o incluso una pérdida literal de algún objeto o pertenencia con la que exista un fuerte arraigo emocional.
De modo general podemos hablar de cuatro tipos de pérdida:
- Las relacionales. Todas aquellas que implican a personas con las que se rompe de manera total. Muertes, rupturas o divorcios entre otras.
- Las evolutivas. Provocadas por los cambios naturales que experimentamos con el paso de los años como que los hijos se vayan de casa al llegar a la edad adulta.
- Las físicas o mentales. Cuando perdemos una capacidad intelectual como la memoria o sufrimos algún tipo de trauma que nos ocasiona una merma de capacidades físicas.
- Las materiales. Cuando extraviamos un objeto o posesión.
Todas ellas podrían llegar a hacernos pasar por un proceso de duelo emocional de diferentes intensidades, pero, en cualquier caso, siempre van a necesitar una adaptación a una nueva realidad que nos permita alcanzar el equilibrio necesario.
¿Cómo podemos afrontar la pérdida y el duelo emocional?
Hay algo fundamental en lo que conviene incidir: no existe un manual ni unas reglas concretas para afrontar la pérdida porque es muy difícil de calibrar la intensidad de la misma para cada uno.
Aun así, sí que hay una serie de recomendaciones generales que nos pueden ayudar.
Respeta tus tiempos sin forzar nada
El duelo se compone siempre de una serie de fases y la primera es la de la negación. Hay mucha gente que se considera muy fría cuando no recibe de primeras un fuerte impacto emocional en el instante mismo de la separación.
Sin embargo, esto es bastante habitual y sirve para protegernos de algo para lo que no estamos del todo preparados en ese momento. Es frecuente, por eso es importante no obligarse a sentir nada, porque solo acarreará frustración.
Tu duelo emocional es solo tuyo
Nadie puede ni debe decirnos nunca cómo debemos afrontar una pérdida. Además, por mucho que pretendamos buscar respuestas en el exterior tampoco las encontraremos, el proceso es personal, intransferible e íntimo.
Podrá llevarnos más o menos tiempo y gestionaremos mejor o peor el dolor emocional, pero siempre nos tocará hacerlo de forma individual.
A pesar de lo doloroso de las pérdidas, llegarán más
Que un proceso de duelo emocional sea especialmente doloroso puede llevarnos a querer huir de sufrir otras pérdidas en el futuro. Es otra manera más de intentar sentirnos resguardados en un mundo hostil.
Sin embargo, por más escudos que pretendamos levantar, hemos de asumir que las pérdidas forman parte de nuestro aprendizaje vital y son inevitables.
Negarse el dolor provoca dolor
Tratar de evitar el dolor y las emociones que nos ocasiona una separación puede parecernos una buena vía de escape, pero, muy al contrario, suele conducirnos a un callejón sin salida en el que tarde o temprano tendremos que retroceder y afrontar la realidad para ser capaces de seguir avanzando.
Afrontar la pérdida y el dolor emocional que nos inflige forma parte de nuestro desarrollo. Evitarlo solo nos enquista en el sufrimiento.
Todo lo positivo que hemos vivido nunca se pierde
Cuando alguien importante se va y nos enfrascamos en todo lo que se nos ha ido, perdemos durante un tiempo la perspectiva. Somos incapaces de ver más allá del vacío que sentimos y no podemos recordar ningún aspecto positivo.
Pero los hay, todas aquellas buenas emociones vividas no se pierden. Nos han transformado como personas y han formado parte de nuestra evolución.
Es por ello por lo que es muy importante hacer balance de lo que nos llevamos en positivo al afrontar la pérdida.
Gabineti, ayuda psicológica para afrontar las pérdidas
En ocasiones tenemos muchas dificultades para afrontar la pérdida y gestionar el dolor emocional. En esos momentos puede ser relevante contar con la ayuda de un terapeuta especializado. En Gabineti contamos con un gran equipo de psicólogos que te atenderán de forma online, con una amplia flexibilidad horaria y de manera totalmente individualizada y confidencial para que tú solo tengas que preocuparte por recuperar tu equilibrio.