Si hay un concepto con el que nos podemos encontrar a menudo cuando nos interesamos por el mundo de la psicología ese es el de la estabilidad emocional. Es más, es fácil que rápidamente lo identifiquemos como una especie de objetivo que deberíamos conseguir en nuestras vidas.
Pero, ¿qué es exactamente la estabilidad emocional? ¿Cómo podemos conseguirla? ¿Qué herramientas tenemos a nuestra disposición para trabajarla? No te preocupes, si estás haciéndote alguna de estas preguntas sigue leyendo porque intentaremos responderlas todas.
Estabilidad emocional: una cuestión de perspectiva
La definición más habitual que se suele dar de estabilidad emocional es que consiste en la capacidad que tenemos para manejar nuestras emociones de manera positiva. Es decir, la gestión que realizamos ante los eventos y emociones más negativas para conseguir sobreponernos.
Es, por tanto, una especie de caja de herramientas que nos ayuda a superar situaciones estresantes o problemas de forma que no nos hundan anímicamente y podamos ser más felices.
Así, cuando disponemos de una buena estabilidad emocional, somos capaces de enfrentarnos y superar los momentos de mayor estrés, los problemas y las dificultades del día a día sin que estas se enquisten. Además, al no quedarnos anclados en estas emociones, conseguimos que nuestra perspectiva mejore y corremos menos riesgo de desarrollar un trastorno relacionado con la ansiedad.
¿Por qué es importante ser estable emocionalmente?
Si queremos que nuestra vida sea funcional, equilibrada y podamos mantener cierto control, es importante disponer de estabilidad emocional. Cuando no la tenemos podemos desarrollar cierta tendencia a movernos por impulsos que precipiten la toma de malas decisiones.
De este modo, podemos considerar que ser alguien estable emocionalmente se caracteriza por una palabra clave: equilibrio. Al igual que conseguimos controlar las emociones negativas para que no se apoderen de todo, esa neutralidad también ayuda a manejar la euforia desmedida para no caer en extremos que nos hagan sentir que vivimos en una montaña rusa de sensaciones.
A medida que se trabaja con la estabilidad emocional vamos adquiriendo la capacidad de afrontar de forma correcta todos los acontecimientos de nuestro día a día. Reconocemos los aspectos beneficiosos y perjudiciales de cada situación y somos capaces de afrontarlos alejándonos de la ansiedad, el estrés o la frustración.
Por todo ello, se considera que la estabilidad emocional nos ayuda como un protector frente al desequilibrio que pueda conducirnos a sufrir diversas patologías.
¿Cómo trabajar la estabilidad emocional?
La estabilidad emocional, al igual que otro tipo de herramientas, es algo en lo que podemos trabajar de forma habitual para fortalecerla y conseguir un mayor grado de beneficio en nuestra vida. Alguno de los ejercicios que podemos hacer para ello son:
Aprende a valorar todo lo bueno que te sucede
Cuando alguien se encuentra inestable emocionalmente sufre cierta tendencia a enfocarse solo en todo lo negativo que le sucede. Eso le dificulta la búsqueda de soluciones para sus problemas. Por eso también es importante saber valorar todos los aspectos positivos por pequeños que sean.
Busca tiempo para ti
Una de las mejores formas para averiguar qué nos hace sentirnos molestos o irritados es dedicarnos tiempo. De ese modo nos conoceremos mejor, aprenderemos a escucharnos más y sabremos por qué nos afectan determinadas acciones o situaciones. Estar solos disfrutando de alguna actividad relajante nos permite reflexionar y descubrir mucho mejor nuestro mundo emocional.
Busca una rutina de hábitos saludables
Uno de los posibles problemas de la inestabilidad emocional es el de desarrollar malos hábitos que pueden llevarnos a una espiral autodestructiva. Para evitarlo es bueno que dediquemos pequeños momentos cada día a establecer una rutina de hábitos saludables. No se trata de empezar de golpe a ir dos horas al gimnasio cada mañana, es mucho más fácil si comenzamos poco a poco. Rápidamente nos daremos cuenta de esos pequeños gestos que nos hacen sentir mejor y nos ayudan a construir nuestra estabilidad emocional.
Asume que no puedes tener todo bajo control
Uno de los grandes alimentos de la frustración es la falta de control. Cuando sentimos que algo no nos sale como queremos aumenta esa sensación de derrota que puede llegar a hundir por completo nuestro estado de ánimo. Por eso es tan importante que asumamos que no todo está bajo nuestro control. Existen infinidad de variables, de situaciones y de emociones que no vamos a poder controlar, por eso es tan importante que aprendamos a asumir sin caer en la trampa de querer manejarlo todo a nuestro antojo.
Gabineti, ayuda psicológica para incrementar tu estabilidad emocional
Si sientes que eres inestable emocionalmente o consideras que necesitas ayuda para construir o recobrar el equilibrio, quizás sea buena idea recurrir a la labor de un especialista de la salud emocional. En Gabineti tenemos a tu disposición un gran equipo de psicólogos especializados que te asesorarán a través de terapia online personalizada y completamente confidencial, para que aprendas a manejar las herramientas que necesitas.