¿Sientes aversión al mirar o estar cerca de una esponja marina, el queso emmental o la estructura hexagonal de un panal de abejas? En ese caso, podrías estar sufriendo tripofobia, una patología que desencadena una reacción de miedo, asco o repulsión al ver elementos en los que se repiten patrones geométricos muy pequeños, sobre todo figuras circulares, rectángulos y hoyos.
En este artículo te explicamos en detalle qué es la tripofobia, así como su origen, causas y síntomas.
¿Qué es la tripofobia? Definición y características
Se puede definir la tripofobia como el miedo, la angustia o la aversión que se siente al contemplar imágenes o elementos que contienen figuras geométricas repetitivas, especialmente grupos de agujeros o cuadrados muy pequeños. De ahí que también se le conozca como fobia al patrón repetitivo o fobia a los agujeros.
Conviene señalar que todavía no aparece en manuales de diagnóstico como el DSM, por lo que no se la puede considerar una fobia como tal.
El origen de la tripofobia
Lo cierto es que esta fobia se hizo conocida recientemente. En 2009, un estudiante de Nueva York abrió una página en Facebook sobre sus miedos, compartiendo determinadas imágenes, como una que muestra los hoyos de la flor de loto. La respuesta fue notable, ya que muchos usuarios se identificaron con sus sentimientos y expresaron su aversión hacia este tipo de fotografías. Pronto la red se llenó de testimonios sobre la tripofobia, también en otras plataformas como Instagram o Reddit.
Algunos de los internautas manifestaban síntomas leves como repulsión o malestar, aunque había casos más extremos que afirmaban sufrir mareos, vómitos, aceleración del pulso, tensión muscular o temblores. De esta manera, la patología fue adquiriendo cada vez más notoriedad y se gana su nombre: “tripo” tiene sus raíces en el griego “trypa” (agujeros) y “fobia” deriva del griego “phobos” (miedo).
Pocos años después, aparecen los primeros estudios científicos. Entre ellos destaca “Fear of Holes”, llevado a cabo en 2013 por Geoff G. Cole y Arnold J. Wilkins del Centre for Brain Science de la Universidad de Essex (Inglaterra). En la investigación se muestra la icónica imagen de la flor de loto a 286 adultos, arrojando los siguientes resultados: un 18% de las mujeres y un 11% de los hombres afirmaron sentir aversión ante ella.
¿Cuáles son los desencadenantes de la tripofobia?
Los desencadenantes de la tripofobia pueden variar considerablemente de una persona a otra, abarcando elementos e imágenes tan diversas como, por ejemplo:
- Panal de cera de abeja.
- Esponjas marinas.
- Pan con semillas.
- Queso tipo emmental con agujeros.
- Girasoles.
- Frutas con semillas pequeñas como la papaya, el kiwi o las fresas.
- Piel de reptiles: ranas, serpientes, lagartijas…
- Animales con pelaje moteado como los dálmatas o los leopardos.
- Semillas de la flor de loto.
- Alcachofas de la ducha.
Causas de la tripofobia
A día de hoy todavía no se conocen las causas exactas de la tripofobia, aunque existen varias hipótesis al respecto.
Adaptación evolutiva
Los investigadores Arnold Wilkins y Geoff Cole señalan en su estudio (Fear of Holes) que la repulsión a este tipo de patrones y formas geométricas podría ser un mecanismo de defensa. Se trataría de una adaptación evolutiva orientada a promover una respuesta rápida en los seres humanos ante el contacto con especies potencialmente peligrosas, como el pulpo de anillos azules o la rana dardo.
Ahora bien, el propio Cole afirma que serían necesarias más pruebas para contar con resultados concluyentes.
Sensibilidad visual
Otra teoría, explorada por Arnold J. Wilkins y An Trong Dinh Le, sugiere que la clave reside en la disposición de los agujeros o manchas, ya que se configuran de manera que las propiedades matemáticas resultantes son similares a las de otras imágenes conocidas por provocar molestias visuales, fatiga ocular o dolores de cabeza.
Así, el cerebro no procesaría adecuadamente este tipo de imágenes, por lo que requeriría más oxígeno y energía, en detrimento de otros procesos, lo que podría explicar la fatiga ocular y la incomodidad visual asociadas.
Principales síntomas de la tripofobia
El temor irracional al observar elementos u objetos que presentan patrones geométricos o agujeros es el principal síntoma de las personas que desarrollan tripofobia, pero no el único. Así, pueden darse otro tipo de manifestaciones, tanto físicas como psicológicas. Entre todas ellas, destacan las siguientes:
- Ataques de pánico y/o ansiedad.
- Sensación de disgusto, terror o aversión.
- Irritación cutánea.
- Sudoración, taquicardia y temblores.
- Palidez.
- Escalofríos.
- Náuseas.
- Respiración agitada.
- Sensación de desmayo o desvanecimiento.
- Impulso de huir y/o solicitar ayuda o protección.
- Evitar lugares o situaciones en las que se encuentren con este tipo de patrones, lo que podría limitar la vida social y actividades diarias de las personas con tripofobia.
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