Seguro que en alguna ocasión has escuchado cómo alguien comentaba que en una situación concreta sería recomendable usar la psicología inversa. Pero, ¿qué significa eso exactamente? ¿Qué es la psicología inversa y cómo podemos utilizarla?
Sigue leyendo porque en este post vamos a contarte en qué consiste y los fundamentos básicos sobre los que sostiene y que consiguen que pueda ser tan útil en determinados momentos.
¿Qué es la psicología inversa?
Cuando hablamos de psicología inversa nos referimos a un tipo de táctica psicológica en el que pretendemos inducir a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer. Este tipo de mecanismo suele utilizarse de forma habitual con adolescentes y con niños al tratarse de épocas de mayor rebeldía.
Cuando somos jóvenes entramos en una dinámica con nuestros padres en la que constantemente estamos buscando límites y enmarcando libertades. Cuando sentimos que nuestra libertad de acción está amenazada por algo: no podemos comer lo que queremos, no podemos salir todo lo que nos apetece, etcétera, rápidamente nos pondremos en marcha para restaurar esa libertad mermada.
Ese intento, todo ese proceso, se conoce como reactancia psicológica, una forma de rebelión contra todo aquello que consideramos que nos oprime.
Estando en esa situación podemos llegar a llevar la contraria a todo lo que nos dicen solo por construir la idea de que tenemos el control sobre nuestra vida y nuestras decisiones.
Es ahí donde entra la psicología inversa. Su funcionamiento parece sencillo: si buscamos que cualquiera realice una acción, le indicaremos que lleve a cabo una acción contraria para que haga realmente lo que queremos nosotros.
¿Cuántas veces nos han dicho que no abramos la puerta de un armario y hemos acabado abriéndola? ¿Cuántas veces nos han dicho que no toquemos un objeto y esa prohibición nos ha estimulado a lo contrario?
¿Cómo se utiliza la psicología inversa?
Todos conocemos a algún niño al que no le apasiona la idea de comer verduras. Podríamos insistir una y otra vez, pretender obligarle, amenazarle con algún castigo… Es una situación muy frecuente y que suele acabar con la comida en el plato y el niño yéndose a jugar.
En casos como este la psicología inversa no consiste en decirle directamente que no se las coma. Eso no sirve de nada porque el niño lo sentirá como una victoria. Antes de eso toca hacer un trabajo. Hay que dar una forma sugerente a las verduras, vestirlas de tal manera que parezcan algo divertido.
Después de eso es cuando entra en juego la psicología inversa para conseguir que el plato gane todavía más atractivo. Frases del estilo «no te lo comas, mejor, así queda mucho más para mí» podrían ayudarnos.
Diferentes técnicas de psicología inversa
A pesar de que el ejemplo más clásico cuando hablamos de psicología inversa es su utilización con niños y adolescentes, la realidad es que su uso se extiende en otros ámbitos como el familiar, el amoroso o incluso el laboral.
Existen diferentes técnicas habituales de psicología inversa:
Decir justo lo contrario
Es la más utilizada y es la misma del ejemplo del niño que no quiere comerse las verduras. Consiste en motivar a alguien para que no haga algo buscando el efecto contrario.
Darse por vencido
Cuando en una discusión una de las partes hace ver que se da por vencida consigue que la otra pueda bajar las defensas o se dé cuenta de que lo único que quería era ganar la discusión.
Imagina que has quedado con una amiga a cenar y no os ponéis de acuerdo sobre qué restaurante escoger. Si en algún momento, tras varios minutos de debate alguien dice “de acuerdo, vamos donde tú quieras, ya me da igual”, es posible que la otra parte se sienta con cierto cargo de conciencia, baje el tono y se pueda llegar a un entendimiento.
Crear un misterio
Algo muy habitual en Navidad y en las noches de Reyes. Haciendo que los niños se acuesten temprano, indicándoles que tienen que dormir bien, que no pueden levantarse y contándoles cómo llegarán los regalos, conseguimos que la ilusión sea mucho mayor.
Esta técnica también se utiliza en infinidad de campañas de marketing en las que en un primer momento no nos enseñan más que un logotipo o un nombre y el simple hecho de que queramos saber qué se esconde detrás ya nos atrapa.
Gabineti, ayuda profesional para utilizar la psicología inversa
Si bien la psicología inversa puede sernos de mucha utilidad en determinadas situaciones, no debemos olvidar que se trata de una forma de manipulación y, por lo tanto, puede llegar a hacernos caer en comportamientos tóxicos cuando la empleamos por costumbre y para cualquier cosa. En ocasiones puede resultar mucho mejor acudir a un psicólogo especializado que nos ayude a gestionar mejor cualquier conflicto. En Gabineti tenemos a tu disposición un amplio equipo de profesionales que te atenderán en sesiones online, de forma personalizada y totalmente confidencial para que tú te sientas cómodo y solo te tengas que preocupar de adquirir las herramientas que necesitas.