Cuando hablamos de terapia con animales nos referimos a un tipo de intervención que incorpora animales de compañía y que contribuye a potenciar nuestro bienestar y, finalmente, nuestra salud. Su utilización suele centrarse en funciones físicas, sociales o cognitivas, pero la realidad demuestra que también tiene una muy buena repercusión a nivel emocional.
La terapia con animales moderna tiene sus orígenes en los años setenta, pero es una actualización de algo que llevamos realizando desde hace milenios, ya que el acompañamiento de ciertos animales es algo que se viene repitiendo en programas terapéuticos desde Grecia y Egipto.
Los animales tienen una función socializadora y una muy buena influencia, su compañía reduce el estrés y el nivel de ansiedad. Además, en casos de personas en riesgo de exclusión social, enfermos de salud mental o jóvenes en centros penitenciarios, los beneficios de este tipo de terapias son un hecho incontestable.
¿Quieres saber más sobre las terapias con animales? Pues sigue leyendo, te lo contamos.
¿De qué forma nos ayudan las terapias con animales?
Son muchos los estudios e investigaciones que avalan la gran cantidad de beneficios que ofrece la terapia asistida con animales. El trabajo conducido por profesionales especializados con caballos, perros, gatos o incluso con delfines, contribuye de forma considerable a incrementar la salud emocional, física y social de muchos pacientes.
Sus beneficios pueden clasificarse de formas diferentes. Algunas de ellas son:
Motivacionales
En este caso, la terapia con animales está vinculada a un aumento de la confianza y de la autoestima, sobre todo en adolescentes y niños en situación de abandono o en contextos poco apacibles.
De responsabilidad
Los animales siempre requieren un cuidado y una atención constantes, además de compromiso y respeto. Por eso la terapia con ellos aporta una buena carga de estos valores que ayuda a los niños en su desarrollo. A través de programas con perros, los más pequeños aprenden todo lo que supone una tenencia responsable y desarrollan dichos valores.
Apoyo emocional
Las personas mayores que viven solas o que atraviesan algún episodio de depresión pueden beneficiarse en gran medida de la terapia con animales, especialmente cuando se trata de mascotas como perros o gatos. La compañía que les proporcionan ayuda a mejorar su estado de ánimo y promueven la actividad física ya que se sienten “obligados” a salir y a tener que llevar a cabo determinadas tareas.
Terapéuticos
En este caso se trata de beneficios asociados a la superación de miedos, la mejora de la ansiedad, una disminución de la presión arterial o el ritmo cardíaco y, en general, una disminución de situaciones estresantes vinculadas al estado físico o psicológico.
Cognitivos
Estos se obtienen a través de visitas periódicas de terapeutas con animales a centros de día y geriátricos. En estos casos, los animales funcionan como generadores de estímulos, especialmente en personas que sufren de algún deterioro cognitivo o alguna enfermedad neurológica.
Educacionales
Los niños que trabajan la terapia con animales aumentan sus ganas de trabajar en equipo, consiguen mayores niveles de atención y concentración y, por tanto, pueden incrementar su capacidad de aprendizaje y su motivación. Es importante destacar que, al hacer esta labor, los niños se sienten cómodos y seguros porque sus compañías animales no les juzgan.
Sensoriales
En las terapias con animales realizadas con gatos, las investigaciones constatan que, gracias a su gran recepción emocional, son claves para aliviar tensiones diarias y nos permiten disminuir el estrés cuando los acariciamos.
Algo similar ocurre con los caballos. Cuando interactuamos con ellos conseguimos relajar nuestra musculatura y nos colocamos en un estado óptimo para trabajar aspectos como la psicomotricidad o la coordinación del movimiento.
Socialización y empatía
La terapia con animales en general y, especialmente la que se lleva a cabo con perros, está muy indicada en el caso de personas que están sometidas a altos niveles de aislamiento, ya sea por circunstancias vitales o laborales. Los perros son excelentes facilitadores sociales por su gran capacidad para interactuar con personas. Su compañía puede llevarnos a generar relaciones con otros y a trabajar la empatía.
En resumen, la terapia con animales nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida gracias a gran cantidad de beneficios. Es importante tener en cuenta que todos los animales que forman parte de estos programas son adiestrados de forma minuciosa después de rigurosos procesos de selección para que puedan ayudar a todas aquellas personas que lo necesitan.
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